Hoy quiero poner el odio a fuego lento, para así darme cuenta de que tan mal huele. Quisiera derretirlo y echarlo a un hervidero de mil cosas que tengo mal pensadas.
Quizá la Navidad me hace pensar como al noventa y nueve por ciento de la población que deberíamos cambiar el lunes, o en año nuevo, o cuando acaben los exámenes, o cuando dejes el vicio.
Darte cuenta de lo mucho que odias es darte cuenta de lo mucho que has dejado atrás.
Y no sé, quizá esta noche no ponga fuego lento el odio, pero el lunes, o en año nuevo, o cuando acabe el curso, o cuando deje de fumar lo pondré.
23/12/14
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Nubes de Limón
Limoneros
Vie.
Veces que soñé
- marzo (1)
- febrero (1)
- enero (1)
- enero (1)
- febrero (2)
- diciembre (1)
- noviembre (1)
- abril (1)
- febrero (2)
- diciembre (1)
- noviembre (1)
- septiembre (1)
- agosto (1)
- abril (1)
- enero (1)
- diciembre (1)
- octubre (1)
- mayo (2)
- abril (4)
- marzo (2)
- febrero (2)
- noviembre (4)
- septiembre (1)
- julio (1)
- junio (2)
- mayo (2)
- abril (5)
- marzo (4)
- febrero (10)
- enero (18)
- diciembre (9)
- noviembre (2)
- octubre (7)
- septiembre (7)
- agosto (1)
- julio (3)
- junio (6)
- mayo (10)
- abril (11)
- marzo (10)
- febrero (14)
- enero (3)
- diciembre (2)
- noviembre (1)
- octubre (2)