16/3/20


'Deja que te cuente la historia de cómo me enamoré de ti.

Yo no quería quererte. Ni a ti ni a nadie.
Después del último fracaso, me forjé el corazón en una operación de alto riesgo.
Robé el estaño y el cobre de entre los pocos sueños que me quedaban.
Necesitaba de ellos el futuro, que las grietas y raspaduras estaban llenas de historia.
El calor para fundirlos surgió de los abrazos y palabra de consuelo
(o sinsuelo)
que pululaban a mi alrededor. 
Cuando se enfrió todo, quedó una especie de bolsa de sangre y metal bien compacta
que latía lo justo para mi.
Para que no se le olvidara la experiencia, le tallé unas palabras: "el dolor alivia el amor".

Y continué. Porque nadie se muere por amor, ni por desamor.
Es más, se vive de amor y de desamor. Y si no es así es que estás muerto.
Que yo no hablo de utopías. Hablo de realidades
de las que se te plantan de frente y te abofetean la cara.

De pronto un trocito de presente vino del pasado para recordarme que el futuro, sin sueños, no es futuro.
Es constantes vitales simples, y no se puede vivir con el encefalograma bailando Blues.
Fuiste tú. Agarraste mi mecánico corazón sin permiso y lo hiciste arder entre tus manos.
Separaste el cobre y el estaño de las grietas y devolviste mis sueños a su sitio.

Yo, aterrada, te lo arrebaté ensangrentado y salí a correr.
Una vez estuviste lejos, pude ver que habías tallado unas nuevas palabras:
"el amor alivia el dolor".
Y no sabéis lo que pesa el mundo cuando cae a plomo sobre la espalda.

Volví a ti corriendo tan rápido como me permitió el orgullo.
Tú seguías acariciando mis sueños y emborrachándolos con whiskey solo.
Entonces comprendí que el punto medio es un equilibrista bastante malo,
pero que lo nuestro siempre habían sido las alturas.
Que caerme no me daba miedo si estabas tú sonriendo y agarrándome desde la cuerda.
Que las heridas, bueno, escuecen. Que tú también tienes. Pero ya nos curaremos juntos.

Que me prometí que no volvería a escribir un poema de amor,
y a ti te escribo una antología en sueños cada noche.'

28/2/18

"Y el amor se fue volando por el balcón donde no tuviera enemigos."

4/1/18

Has venido a contarme historias que ya me sabía pero que no me importaría repetir.
Has venido a meterte en mi cama a que te cuente los lunares, has venido con el café de la nevera y me has contado que te sientes en casa en mi pecho, que soy el tren en el que quieres viajar, que el destino, que el jazz, que la física, que ninguna o todas como yo, que la vida, que la sonrisa postorgasmo, que si nunca habías tenido el corazón tan rojo, que si grietas de luz.
Pero ya he escuchado eso.
"Yo tuve un gran amor durante un chaparrón y sentí aquella vez tan profunda pasión, que ahora el buen tiempo me da asco".
El problema es que tú llegaste en pleno otoño, con el aire por las calles de Madrid, con el abrigo de doble forro para decirme "no entiendo tu obsesión con el café frío". Y me has levantado las penas con cualquier tontería de destino, de jazz, de física. Has venido a llenar las desilusiones que tenía con sonrisas postorgasmo.
Quiero que te gires nervioso en la cama porque te hago cosquillas en el culo, en la cintura y en el corazón. Porque has llenado todas las grietas de luz.

24/1/17

Huracanes, tsunamis, terremotos, inundaciones, movimientos sísmicos, lluvias, sequías, volcanes. Cualquier fenómeno de la naturaleza había cubierto las grietas de mi piel.
Y cuando había superado todo eso llegas tú y me arrancas.
Lo tengo claro.
Que te rompan no duele, lo que duele es que te arranquen. 
Lo roto siempre se pega, se cura, se sana. Si te arrancan no hay nada que pegar, ni curar, ni sanar.
A cualquiera nos han roto la sonrisa, las ganas, las emociones. 
Pero si te arrancan el corazón, la sonrisa, las ganas, y las emociones, ¿cómo se devuelve dónde estaba? 
No va a entrar aire puro, porque está todo viciado y sin nada. Todo el papel pintado de la pared arrancado y perdido. 
Al menos sigo saboreando el tabaco.


7/2/16

Parece que fue ayer cuando las miradas se cruzaron, cuando las sonrisas se besaron, que hace demasiado tiempo que nuestras siembras de viento salieron a florecer, que la primavera ha llegado y nosotros seguimos con frío, que los abrazos no dicen nada, que las palabras ya no son las de antes, que las miradas ya no se quieren cruzar, que las sonrisas no se quieren besar. 
Y ahora estamos aquí, metidos hasta el fango de tantas cosas que nos quedamos en el tintero. Estamos en la misma situación que sin conocernos, en el fango por no tener calor, en el fango por no tener un cielo que sea nuestro, si no que nuestro propio cielo lo compartíamos con los primeros que nos volvían a besar las sonrisas.
Y tendré que ser sincera. Te echo de menos, echo de menos ese tú que me despertaba con caricias sin distancias. Echo de menos esas fuerzas que mandabas a través de los kilómetros.
Deberías volver, ya te lo he pedido muchas veces, pero esta vez es necesario.

5/2/16

Tendría que hablarte de que las mejores noches han sido contigo hablando, que las mejores tardes eran contigo y una cerveza, que las mejores mañanas tenían algo de ti. 
Tendría que haberte contado que no teníamos tiempo, que no era nuestra historia, más bien historias paralelas.
Debería haberte hecho saber que escucharte era mejor canción que un solo de Hendrix. Y debería haberte contado las veces que te miré en secreto. Debería haberte hablado de los sueños, de las historias que quería formar contigo. Contarte que yo me imaginaba un futuro, o no, me imaginaba un presente lleno de futuros.
Debería haberte puesto sobreaviso que esto iba a pasar. Que era inevitable. Debería haberte contado que soy celosa, que me da miedo que alguien te robe las sonrisas que decías que me debías. Y que me muero porque sigas aprendiendo de los que te rodean. 
Debería haberte contado que eres el desastre natural más fuerte que ha pasado por esta natura. 

8/12/15

Vuelve. Que a lo mejor se nos pasa el tiempo, que a lo mejor son nuestros últimos problemas, nuestras últimas discusiones.
Vuelve. Que hay demasiada gente que me pregunta por ti, por tus dedos, por tu voz.
Y ven. Ven a la cama, que está fría de las noches que no nos hemos querido abrazar.
Ven a nuestro propio cielo, arrímate, acurrúcate, vuelve.
Que las noches son pantallas sonando y esperando a que digas "voy".

Nubes de Limón

Nubes de Limón
En esta vida hay que equilibrar esa balanza de la gente que no quiere sonreir.

Limoneros

Vie.

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Confundo el cine con la realidad.

Veces que soñé