No sabes bien que es caer de un precipicio. Una cinta que se repite una y otra vez, unos sueños que no volaron por la habitación sino por las calles de Madrid. No entiendes lo que es que él aparezca cuando menos lo esperas y te diga que nadie es suficiente para ti, que te olvide y que siga con mis paseos nocturnos por las calles de Extremadura. Que afine la voz con Jimi Hendrix y que nunca más deje de usar mochilas de cuero por ir a compás contigo.
Bastarda, impropia y nada recomendada. Singular, pero simple.
No sabes lo que es que los besos se escondan debajo de la cama, y no sabes bien cual es el significado de mis tatuajes  de huellas dactilares. Nadie entendía porque me movía con el Rock and Roll.