24/5/12


Yo a él no le quiero por como viste, ni por la música que oye.
Tampoco le quiero por su físico, ni mucho menos porque se perfume con colonias caras.
Yo le quiero porque estando con él cualquier cosa me parece buena. Estando con él mis silencios dicen mucho más.
Me gusta su sonrisa, aunque diga que es fea y se la tape. Me gusta ese olor que tiene al dejarse ser el mismo. Me gustan sus manos y el calor que me dan. Me gusta que me haga sudar. Me gusta que entienda que significa llamarse Margot.
Lo que más me gusta de él, sin duda, es que me hace perder el tiempo invirtiéndolo en caricias y risas.
No dejo atrás la forma con la que mira, los ojinos que se le ponen cuando tiene sueño y esos orgullos que nos entran por quien dará ese beso al vernos.
Me gusta que sepa de qué color son las braguitas que llevaba la primera vez que volamos juntos en ese cuarto. Que se asomara a la ventana cuando me iba y verle esa perfección.
Me gusta que a veces recuerde que me quiere y que no quiera perderme. Me gusta que me haga sentir como damos envidia a cualquier pájaro cada vez que estamos juntos, dar envidia a cualquier estrella que se queda floja en brillo.
Me gusta verle sentir. Y que me haga sentir a mi por encima de estas letras.
Me gusta que cada vez que pueda echar la vista atrás, siempre será un viaje por la felicidad.

22.

1 comentario:

Soraya Bruxa Moura dijo...

tus silencios dirán más, pero lo que escribes también es mejor a su lado.

un abrazo limonero!

Nubes de Limón

Nubes de Limón
En esta vida hay que equilibrar esa balanza de la gente que no quiere sonreir.

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Confundo el cine con la realidad.

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