22/5/13

Tengo la mesa llena de chapas de cervezas, una Ray Ban sin funda, un ambientador sin estrenar, una botella de whisky barato, un regalo que no termino de enviar, una carta que no termino de escribir. Tengo la rosa que me regalaste en Noviembre, seca, pero viva. También tengo una dieta que me mandaron y que una vez intenté seguir pero cada vez que vienes me traes azúcar en tu saliva y me olvido.
Por debajo de todo eso, o mejor, por encima de todo eso, está la toalla que usaste el último fin de semana que viniste, están tus calzoncillos a cuadros y la camiseta con la que duermo, no sé. Será que quiero que se impregne el olor de tu cuerpo.
No me apetece cambiar de sábanas, jodida vaga y jodida melancólica, porque quizá siendo pocas cosas las que olvidas no quiero que se esfumen. No he cerrado la película que dejamos a medias para seguirla cuando vengas. Y sobre todo, no abro el cajón de la mesita que los consoladores me harán sarcasmos y pocos orgasmos.
Que la mierda de luz que entra por la ventana no tiene que ver con la que entra los días que estuviste. ¡ Y ESO QUE ESTABA NUBLADO!
No quiero que te vayas tan pocas veces, quiero que sean más fines de semanas roncando y menos semanas esperando. No sé porqué motivo me he acostumbrado a tus labios en mi espalda, y no quiero dejar de sentirlos.

1 comentario:

Soraya Bruxa Moura dijo...

"quiero que sean más fines de semanas roncando y menos semanas esperando", yo también Montse, yo también.
Al final, todos queremos lo mismo: más cercanía, de la de verdad, de cuerpo a cuerpo.

Nubes de Limón

Nubes de Limón
En esta vida hay que equilibrar esa balanza de la gente que no quiere sonreir.

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